Semana 4. 26 a 30 de septiembre

 


Hola, familias.

Esta semana damos por concluido el periodo de adaptación. En estas semanas hemos comprobado su progresión satisfactoria en el conjunto del grupo y os enviaremos en los próximos días sus evaluaciones del periodo de adaptación. Esperamos que los miedos iniciales de inicio de curso, especialmente aquel alumnado recién incorporado al centro, se hayan disipado y que estéis satisfechos con el trato que os damos (a vosotros y a vuestras joyas) a diario. Sabéis que podéis consultar cualquier aspecto con nosotros y estamos a vuestra entera disposición.

Esta semana hemos continuado con actividades que se relacionan con la lectura de La pequeña oruga glotona de Eric Carle y que ya os informamos que forma parte de las rutinas del centro cuando decimos qué día es. A partir de esta semana les introduciremos nuevas canciones y poemas relacionados con el otoño y la lluvia. Cuando el otoño se manifieste con mayor rigor (ahora, estamos realmente en “veroño”), os pediremos que aportéis hojas secas y poemas relacionados con la estación (haremos esto durante las cuatro estaciones) para tematizar sus aprendizajes en relación con los cambios en la naturaleza y su entorno sociocultural. De momento, tan solo es un anticipo.

















También os llevaréis una lámina que reproduce esa dinámica de qué día es, pero asociada a la representación numérica de los frutos que la oruga se come cada día. Os aconsejamos que antes de venir al centro o en algún momento que podáis compartir con vuestro/a peque repitáis cada día la dinámica de señalarles qué día es y cuántas unidades hay de cada fruta (1 manzana, 2 peras, 3 ciruelas, 4 fresas y 5 naranjas). De este modo, podéis estimularles en su inicio en el conteo (sobre el que profundizaremos más adelante).






También tenéis su bolsita con su mano, el alumnado del curso pasado ya la tiene, que será esencial que la devolváis cada semana porque empezaremos con el plan de fomento de la lectura en breve. Cada viernes en esa bolsa se llevarán sus actividades y comenzaremos a prestaros álbumes que disponemos en el centro cómo los que me visteis narrar la semana pasada en el vídeo que os envié. En próximas entradas os explicaremos el funcionamiento y tan solo os lo comento para que lo tengáis presente en el futuro. Recapitulamos: la bolsa hay que devolverla todas las semanas para que se lleven sus actividades y álbumes y más adelante comenzaremos con actividades del otoño en las que participaréis.












En esta entrada, me dirigiré especialmente al alumnado de 1 año que tienen a Macu como maestra a su cargo. Independientemente, este contenido será de interés para ambos grupos. En este caso, os hablaremos de la propuesta del centro y la importancia que tiene para nosotros la lírica de tradición oral. Esta está compuesta por el cancionero infantil, las nanas, juegos de mímica en verso, retahílas, adivinanzas, refranes y fraseología que tiene su raíz en la cultura popular. Estos contenidos, son esenciales para aproximar a la infancia a la literatura de un manera lúdica y afectiva a través de la palabra, el ritmo, la entonación y el tacto. Federico García Lorca hablaba de las nanas (en una de sus conferencias en la Residencia de Estudiantes) como la “palabra latente”. Todos estos juegos, mimos y canciones se traspasan de manera intergeneracional y es el primer contacto con una palabra que busca pequeñas metáforas y juegos simbólicos para que la infancia entienda que el lenguaje literario es especial y tiene capacidad de generar nuevos significados. Por ejemplo, cuando les cantamos canciones de dedos (cogemos cada uno de los dedos y decimos: este encontró un huevo, este lo partió, este lo cocinó, este le puso sal y este pequeñito se lo comió….todito todito todito) convertimos los dedos de la mano en personajes de una pequeña narrativa. Esta capacidad de generar con la palabra nuevos mundos nos habla del pensamiento simbólico. De la misma manera, cuando cogen una pieza y se la ponen en la oreja simulando un teléfono, emplean un elemento para darle un nuevo contexto mental. Es decir, la palabra literaria nos abre puertas a nuevos mundos.

Para ofrecerles las llaves para su aproximación a este lenguaje, precisamos de lo más importante: el afecto y el cariño trasladado al mensaje. Necesitamos que las palabras nos mezan, nos acunen, nos abracen, nos hagan reír,…en definitiva, que nos produzcan una emoción. Por este motivo, el rol del adulto está en fomentar este tipo de juegos de interacción con las palabras, con gestos, entonaciones diversas y recuperar aquellas cancioncillas y caricias que nos daban de pequeños con estos juegos. Uno de los que más me gustaban cuando me lo hacía mi madre: ella, cogía mi brazo y me decía “cuando vayas a comprar… no compres ni de aquí (y pasaba su dorso de la mano por mi muñeca), ni de aquí (el dorso ahora pasaba por mi antebrazo, luego por el codo, luego por el bíceps) … ni de aquí ni de aquí ni de aquí (entonces sus dedos hacían cosquillas en mi axila y provocaba mis carcajadas).

Mirada cuántas cosas conseguimos si tenemos un repertorio de cancioncillas, retahílas, mimos y juegos para vincularnos afectivamente a través de la palabra con la infancia. Sin este repertorio de juegos líricos estamos perdiendo nuestro vínculo intergeneracional y nuestro vínculo afectivo con el infante también será más limitado al perder este tipo de interacciones. Os cuento otro juego de falda: me sentaban sobre las rodillas de mi madre (padre, hermanas) y simulábamos que iba a caballo. Entonces, el ritmo era el detonante de la carcajada. Primero, despacio: al paso. Después, más rápido: al trote. Finalmente, desbocados: al galope, al galope, al galope. Este tipo de juegos también nos han ayudado para su integración al inicio del curso y como forma de darles consuelo. Podría enviaros estos ejemplos de tonadillas por Youtube, pero corremos el riesgo de pensar: bueno, como no sé cantar o entonar, le doy el móvil y ya está. Pues, esto no puedo decir que es un error o que implica una mala crianza.

Pero, por lo que estáis leyendo, implicaría una estimulación emocional, cognitiva y motora más limitada. Esa biblioteca de lírica de tradición oral no precisa a un buen cantante, al mejor escenógrafo,… Para nada, os necesita a vosotros. A nosotros. A los adultos que los acompañan en su crianza a su lado, estrechando vínculos. Da igual qué voz tengamos, lo que ellos perciben es que están siendo atendidos con todo el amor de esa persona que para ellos es tan importante. Su familiar, en primer lugar. Después, sus maestros. Aquellos que pretendemos que la escuela infantil sea el primer peldaño de muchos hitos cognitivos.

Mirad la maravillosa descripción y recopilación de juegos que podéis encontrar en Aserrín, un libro que os recomendamos encarecidamente. También está disponible de préstamo en la Biblioteca Municipal de San Vicente del Raspeig.

Pensad que con esta aproximación desde la palabra a la literatura, no solo estamos hablando en un lenguaje especial: estamos plantando la semilla de su futuro como lector literario.











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